jueves, 8 de noviembre de 2007

Que es la Apnea?

La palabra apnea viene del Griego APNOIA (sin respiración) es simplemente retener el aliento a voluntad, o al punto donde te sientas más como para salir a respirar nuevamente.

Muchos pensaran que estoy loco al practicar este deporte, para ser franco, este mundo es de locos, pero mi locura es un exceso de razón, de amor por la vida y por las maravillas que el mundo subacuático te brinda, en pocas y muchas palabras, tratare de guiarte un poco para que sepas de que se trata el deporte de la apnea.

- Para Mi, lo defino asi - La Apnea más que un deporte, es todo un Arte -

O mejor aun como lo describe el escritor Kalil Gibran del libro el profeta

- ¿ y que es dejar de respirar, sino libertar el aliento de su incesante oleaje, para que pueda subir y dilatarse y buscar a Dios sin trabas? -


En otro términos, entrándonos más al deporte y la parte químico física del nuestro organismo.

Desgraciadamente, la apnea se encuentra tan al alcance de la mano que parece un juego de niños; sin embargo, las estadísticas sobre accidentes demuestran que esta disciplina, practicada sin conocimiento de causa, resulta más peligrosa que la inmersión con aire comprimido. Pero, ¿qué significa hacer apnea? El término apnea indica la suspensión voluntaria de la respiración. Es posible hacer apnea en seco, es decir, conteniendo la respiración fuera del agua, o bien en inmersión. En este segundo caso se utiliza la autonomía individual para curiosear en el ambiente submarino. El metabolismo de nuestro cuerpo, es decir, el conjunto de las transformaciones bioquímicas y energéticas que nos permiten vivir, continúa también durante la apnea. Ello significa que incluso cuando contenemos la respiración las células de los tejidos del cuerpo siguen quemando oxígeno (O2) y produciendo anhídrido carbónico (Co2). Estableciendo una analogía bastante tosca podríamos considerar nuestro cuerpo un motor de explosión que funciona gracias al carburante y al oxígeno y que, justamente como consecuencia de su funcionamiento, emite gases de desecho. Hacer que un hombre permanezca en apnea es en cierto modo como poner a funcionar el motor bajo una campana de vidrio: tarde o temprano es necesario retirar la campana si no se quiere que el motor se detenga por la excesiva acumulación de gases de desecho y por la falta del oxígeno necesario para la combustión.

Ahora bien, por lo que se refiere al cuerpo humano, la cantidad de oxígeno consumido y la de anhídrido carbónico producida depende de las características físicas de cada individuo y de algunas condiciones del entorno. Por ejemplo, si se está sometido a un trabajo físico pesado, a tensión o al frío, el consumo de oxígeno y la producción de CO, experimentan un aumento respecto a los valores normales. No obstante, para todos, después de un período de tiempo determinado, surge la llamada hambre de aire, es decir, una irrefrenable necesidad de respirar. Generalmente, el hambre de aire se advierte como un creciente estado de intolerancia, acompañado a menudo de estímulos musculares en la zona del costado y del diafragma, las conocidas contracciones diafragmáticas que son la señal de alarma que advierte que están a punto de superarse los límites de la tolerancia física ante el estado de no recambio del aire en los pulmones.

Si la apnea se interrumpe pronto la sensación de opresión y los estímulos diafragmáticos desaparecen de inmediato y la respiración se recupera a un ritmo inicialmente más intenso de lo normal. Si, al contrario, se persevera en la apnea sin duda se sufrirá una pérdida de conocimiento: el síncope por apnea prolongada. Por tanto, no es difícil entender por qué no se debe exagerar la duración de las apneas. Interrumpir la apnea cuando aparecen los estímulos diafragmáticos es una regla inaplazable para la seguridad de todo submarinista, porque cualquier acción que no sea la suspensión de la apnea puede tener consecuencias trágicas.

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